Arles (Francia). Tarde de contrastes y contenido, de muchos matices, la vivida esta tarde en Arles. Con más de tres cuartos de entrada a pesar de la climatología, el público asistente volvió a ser testigo de un Juli en plenitud, que indultó por tercera vez un toro en lo que llevamos de temporada. También la ganadería -Garcigrande/Domingo Hernández- está de enhorabuena pues es el tercer animal al que perdonan la vida en este curso. Manzanares lidió un lote exigente al que se impuso con arrestos y buen toreo mientras Tomasito lidió con voluntad al buen toro de su alternativa antes de ser herido por el que cerraba plaza, la nota amarga de un festejo muy entretenido.
También Manzanares brilló a gran altura con el toro más complicado. Apostó el alicantino por un animal exigente, que la cogía por abajo y al que el torero se empeñó en romper para delante en una faena de gran intensidad técnica que no acabó de romper por culpa del astado, que tampoco acabó de entregarse. Pero muy bien Manzanares, refrendando los éxitos de principio de temporada. Al quinto le arrancó una oreja después de otra faena de poder donde cada muletazo fue una apuesta. El alicantino ha podido con su personal empaque someter la codicia poderosa de un Garcigrande sin gran clase, que acabó embistiendo largo y por abajo.