Nació en Alicante el 3 de Enero de 1982 en el seno de una familia con una gran tradición taurina. Al ser su padre semejante figura del toreo, vive muy cerca el ambiente taurino. Aunque inició los estudios de Veterinaria pronto se dio cuenta de que lo suyo era el toreo. Así, con 19 años se presentó como becerrista en un festival celebrado en Campotéjar el 29 de abril de 2001. Corta dos rabos y su nombre empieza a sonar con fuerza. Debuta con picadores el 22 de febrero de 2002 en Nimes, plaza de grandes acontecimientos, junto a David Luguillano y Juan Bautista.

El 24 de junio de 2003 llega el día soñado para cualquier novillero. José María Manzanares toma la alternativa en “su plaza” de Alicante el día grande de la Feria de Hogueras, al igual que hizo su padre. Enrique Ponce le cede a Birreino, negro de 547 kilos de la ganadería de Daniel Ruiz, en presencia de Francisco Rivera Ordóñez. Fue una tarde apoteósica y emocionante, en la que el torero atravesó en volandas la puerta grande con tres orejas y un rabo. La temporada fue espectacular, pues a las más de veinte novilladas precedentes pisando plazas de responsabilidad, se le suman casi cuarenta corridas de toros en plazas de categoría.

En 2002, tras su debut con picadores, los aficionados empiezan a destacar su extraordinario concepto del toreo y alcanza las veinticinco novilladas en plazas importantes, salvo Madrid y Sevilla. En 2003 sí actúa en ambas plazas, superando las treinta novilladas y consolidándose como novillero puntero. Su toreo se ve en todas las ferias y plazas importantes, tanto españolas como francesas y americanas. Se presenta en Las Ventas el 16 de Junio de 2003, con novillos de Los Bayones. Librerito II, de 516 kilos, fue el animal de la presentación y le acompañaron en el cartel  José Manuel Prieto y Luis Bolívar. Corta una oreja a su primer toro dejando muy buenas sensaciones. Con semejante carrera como novillero, el mundo taurino fija su atención en el hijo de Manzanares y él no defrauda.

Toma la alternativa el 24 de junio, día grande de la feria de su ciudad natal, Alicante. Enrique Ponce le cede a Birreino, negro de 547 kilos de la ganadería de Daniel Ruiz, en presencia de Francisco Rivera Ordóñez. Fue una tarde apoteósica y emocionante, en la que el torero atravesó en volandas la puerta grande con tres orejas y un rabo. La temporada fue espectacular, pues a las más de veinte novilladas precedentes, pisando plazas de responsabilidad, se le suman casi cuarenta corridas de toros en plazas de categoría. El 26 de julio de 2003 firma una tarde triunfal en Valencia, cortando dos orejas y saliendo a hombros por la plaza de la calle Xátiva. Confirma su alternativa en Las Ventas el 17 de mayo de 2005 con el toro Catavino, un negro salpicado de 522 kilos de peso de la ganadería de Garcigrande. César  Jiménez y Salvador Vega son sus compañeros de cartel.

Durante la temporada del año 2006 comienza a despuntar y a ser imprescindible en todas las ferias importantes, hasta el punto de actuar en más de sesenta corridas, triunfando en muchas de ellas y dejando la sensación de ser un torero asombroso con condiciones para ser figura. Los triunfos en España y Francia tienen continuidad en América. El 19 de noviembre de 2006 confirma en La México con ‘El Juli’ de padrino y toros de Los Encinos, completando el cartel José Luis Angelino y Antonio Bricio. Corta dos orejas y sale por la puerta grande. Éxito que repite en la misma plaza y en otras americanas a principios de 2007, situándose esa temporada como una de las apuestas más seguras. Estuvo presente en todas las grandes ferias y su toreo iba creciendo desde que tomó la alternativa.

La de 2007 es la temporada de su consagración. Consigue abrir la puerta grande de la Monumental de México dos veces en apenas un mes. Detrás vendrán los triunfos en Bogotá, Castellón, Barcelona, Sevilla, Alicante por partida doble, y Toledo, donde firmó una de sus mejores faenas hasta la fecha. Su actuación en Málaga le hizo ser declarado triunfador de la feria al cortar tres orejas a un encierro de Juan Pedro Domecq. Desgraciadamente, José María Manzanares tuvo que cortar la temporada en Linares el 30 de agosto, cuando llevaba toreadas ya 63 corridas debido al desfallecimiento sufrido tras matar a su primer toro. Razón por la que en esta temporada el diestro alicantino no realiza su acostumbrada campaña americana. Tras el obligado descanso, José María Manzanares comienza su temporada en España.

Los triunfos no tardan en llegar. El primero en Olivenza el 2 de marzo de 2008 donde corta tres orejas a toros de Zalduendo. Como torero de dinastía y buenas costumbres, vuelve a triunfar en Sevilla por segundo año consecutivo, cortando dos orejas a un toro de Juan Pedro Domecq bajo una incesante lluvia de agua y ‘olés’. Esa faena le valió para ser el triunfador de la Feria de Abril de 2008. No fue el único premio que recogió esa temporada, pues sus faenas en Alicante, en el Puerto de Santa María o en Albacete, le hicieron merecedor de los máximos parabienes. En esta ocasión y tras un año de ausencia, José María Manzanares viaja a América, donde se le espera con entusiasmo debido a la expectación creada a su alrededor por la gran campaña europea. Allí no para de cosechar triunfos  como las dos orejas cortadas en Valencia o las que le cortó a un precioso berrendo de la ganadería de Montegrande en Acho. Al igual que hacía su padre, José María Manzanares comienza la temporada en América, y lo hace de una manera inmejorable. En su primera actuación de la campaña 2009, compartiendo cartel con Finito de Córdoba y Leonardo Benítez, indulta a Capitán Boris de la ganadería de ‘El Prado’, al que Manzanares cuidó al máximo desde su salida. La faena iba subiendo de intensidad, pase a pase, hasta desbordar el más exquisito arte provocando una petición unánime de indulto. Tras simular la suerte suprema, el torero alicantino dio una clamorosa vuelta al ruedo con las dos orejas simbólicas. Apenas diez días después, corta tres orejas en Santa María de Bogotá a los astados de Las Ventas del Espíritu Santo.

Estos triunfos fueron premonitorios de lo que habría de venir. José María Manzanares triunfa de nuevo en Sevilla el 27 de abril de 2009.  Por tercer año consecutivo corta dos orejas en una inolvidable faena al toro Pañedo de 545 kilos, al que sacó un espléndido y adecuado partido. Los buenos lances del alicantino iluminaron La Maestranza. En el año 2010 el toreo de José María Manzanares sigue evolucionando y los triunfos no tardan en llegar. Primero en San Cristóbal, Venezuela,  el 29 de enero. Corta dos orejas al primer toro de su lote en una labor asentada, de estética y pureza. Con gran técnica, el torero alicantino consiguió encauzar la embestida del toro, cuajando una faena de menos a más culminada con una perfecta estocada. El 20 de abril, José María Manzanares firma dos faenas profundas selladas con sendas estocadas de exquisita ejecución le permitieron hacerse con dos orejas en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. El diestro de Alicante ya comenzaba a ocupar parte importante de la historia del coso sevillano. El 5 de junio indulta a ‘Chicharrito’ en Sanlúcar de Barrameda, un toro de Torrealta herrado con el número 2. Lo cuajó a la perfección por ambos pitones, con adornos de gran belleza como trincherillas, cambios de mano y molinetes ‘abelmontados’. Los triunfos se sucedían en Alicante,  Albacete y Sanlúcar de Barrameda hasta que el 18 de julio borda el toreo en Barcelona ante un astado de Victoriano del Río que salió en último lugar. Labor con ritmo basada en la mano derecha que culminó con un espadazo. En el mes de agosto, el toreo clásico y elegante de José María Manzanares conquista plazas tan importantes como Huelva donde además recibe el premio a la mejor faena; dos triunfos importantes en El Puerto de Santamaría, o en Béziers. En la ciudad francesa el diestro se abandonó y la improvisación brotaba para dar forma a una media verónica de rodillas enmarcada dentro de una actuación profunda y expresiva. Era un año sensacional para José María Manzanares. Su felicidad se hacía notar en el ruedo. Continuaban las tardes de gloria con faenas bellas y de gran inspiración. El 15 de agosto triunfó en Gijón, y al día siguiente en San Sebastián cuajó a un complicado toro de Núñez del Cuvillo al que pasaportó con una de sus fulminantes estocadas. Su actuación fue premiada con la Concha de Oro que otorga el Ayuntamiento de San Sebastián. Una temporada que, como sus faenas, iba a más. El 17 de agosto borda el toreo en Málaga y corta tres orejas a un encierro de Juan Pedro Domecq. La forma de entender el toreo de José María Manzanares le permitió triunfar en Cuenca, San Sebastián de los Reyes, Palencia y Utrera. Como guinda a una dulce temporada, durante el festival en Alcaraz (Albacete), llegó el indulto de ‘Rejonero’, un novillo de Daniel Ruiz herrado con el número 82. Dos días después, durante su actuación en Utrera, sufrió un corte con la espada en su mano izquierda que le seccionó los tendones y le obligó a poner fin a la temporada.

A pesar de que la lesión le mantiene cuatro meses apartado de los ruedos, en 2011 los triunfos y las tardes inolvidables se repiten. Las primeras ferias de la temporada no se resisten al exquisito toreo de José María Manzanares. Los triunfos en Olivenza y Castellón durante el mes de marzo sólo eran el prólogo de lo que sucedería el 30 de abril. Un día histórico firmado por José María Manzanares en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. El público sevillano se rindió ante una faena apoteósica en la que José María Manzanares soñaba el toreo ante ‘Arrojado’, un extraordinario astado de la ganadería de Núñez del Cuvillo al que perdonó la vida, lo que supuso un acontecimiento histórico e inédito. Comenzaba una temporada sublime. El 13 de mayo en Jerez de la Frontera cuajó una faena a un toro de Núñez del Cuvillo de las que se recuerdan para toda la vida. Muletazos pletóricos con lentitud pasmosa por ambos pitones culminados con una estocada recibiendo, hasta la gamuza, que le permitieron cortar dos orejas y rabo. Todavía corría el mes de mayo cuando mostró en Valladolid su temple, clase, dominio y plasticidad ante toros de Hermanos García Jiménez. El 18 de mayo el público de Madrid lo aclamaba mientras salía a hombros por la puerta grande de Las Ventas. Faena de temple exquisito y estocada de ejecución impecable, recibiendo en los medios. El diestro alicantino se vació ante su segundo toro al que le cortó las dos orejas. Era la primera puerta grande de José María Manzanares en Madrid. Dos días después volvía el diestro al coso madrileño con la ilusión de repetir la reciente historia. Su temple y despaciosidad ante un toro de Juan Pedro Domecq hicieron que el público le concediera una merecida oreja. La lentitud con la que torea el diestro alicantino llega a todas las ferias importantes. El 26 de mayo en Córdoba demostró su estado de gracia ante astados de Juan Pedro Domecq a los que corta cuatro orejas. El 11 de junio la magia del toreo vuelve a brotar en Nimes de la mano de José María Manzanares. Era el día de la alternativa a su hermano, Manuel Manzanares y el torero de Alicante cortó cuatro orejas y un rabo a sendos toros de Garcigrande. Su toreo continúa evolucionando hacia una perfección que enloquecía a los tendidos. Triunfa de forma rotunda en las dos tardes en las que actúa en Barcelona, el 10 de julio y el 24 de septiembre, penúltimo día en el que se celebraría un festejo taurino en la Monumental. El 22 de julio, Valencia también disfruta del momento espléndido que atraviesa. En El Puerto de Santamaría repite una tarde apoteósica, cortando cuatro orejas a toros de Núñez del Cuvillo. El 3 de septiembre alternó con ‘El Juli’ y Cayetano en la Goyesca de Ronda, tocándole en suerte el lote más deslucido. José María Manzanares toreó de capa con gusto exquisito para después cuajar una bella faena. En esta temporada, Valladolid, Granada, León, Burgos, Palencia, Pontevedra, Linares y Albacete, entre otras, fueron testigos de la facilidad que José María Manzanares tiene para interpretar un toreo clásico y elegante. Los triunfos en España tienen continuidad en Francia. La mañana gloriosa de Nimes sólo fue la antesala de las tardes en Bèziers, Dax y Bayona.

Tras un triunfo en Medellín (Colombia), la temporada 2012 comienza con tardes tan importantes como la del 16 de marzo en Valencia donde vuelve a mostrar su elegancia y empaque ante reses de Garcigrande; o la tarde del 20 de abril, cuando José María Manzanares, ‘El Príncipe de Sevilla’ hizo gala de su apodo desplegando su belleza estética sobre el albero, alcanzando de nuevo la gloria en el coso hispalense.  Sigue feliz y eso queda reflejado en el ruedo con un temple pasmoso. La puerta grande de Aguascalientes tampoco se resistió al toreo del torero alicantino. El día 30 de abril corta cuatro orejas y la tarde del 6 de junio se hace con dos apéndices. La temporada va avanzando y los triunfos se siguen sucediendo en plazas como Jerez, Valladolid, Sanlúcar de Barrameda, Granada, Badajoz, Dax o Albacete. Su forma de componer la figura delante de los toros es única y de belleza sublime. El 23 de septiembre firma de nuevo una tarde de elevado contenido artístico en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y vuelve a abrir la Puerta del Príncipe.

La primera tarde importante de la temporada 2013 llega el 13 de abril con la gesta de Sevilla. José María Manzanares escribía una nueva página en la historia del coso hispalense. Decidía encerrarse con seis toros de diferentes ganaderías. De nuevo su exquisita clase y expresividad conquistó al público sevillano. Tras rubricar dos tardes tan relevantes como la de Jerez de la Frontera el 10 de mayo ante toros de Juan Pedro Domecq, o la de Granada el día 30 de mayo ante toros de ‘El Pilar’, llegaba otra tarde histórica. El día en el que José María Manzanares celebraba el décimo aniversario de su alternativa. Una tarde de gloria cargada de emociones en la que compartió cartel con Enrique Ponce y su hermano, Manuel Manzanares, y ante la presencia de su padre José Manzanares, y su abuelo Pepe Manzanares. Su madurez y buen momento no pasan desapercibidos en Algeciras, Badajoz, Huelva, El Puerto de Santamaría, Almería, Linares, Palencia, Salamanca y Valladolid. Fuera de nuestras fronteras, las aficiones de Beziers y Cali dan buena fe del momento que atraviesa. De nuevo vuelve a ser en Nimes, el 14 de septiembre en un mano a mano con ‘El Juli’, cuando vuelve a demostrar las dimensiones de su toreo. Tarde redonda en la que el de Alicante corta 4 orejas y un rabo.

La temporada 2014 comenzaba con sólo un augurio de lo que sería el año en el que ha cosechado más triunfos de su carrera. Primero en la feria de Fallas de Valencia, donde demostró su temple con el capote y su despaciosidad con la muleta. La faena a su primer toro de Juan Pedro Domecq fue premiada con dos orejas. Tras pisar con rotundidad plazas como las de Castellón, Valladolid y Jerez, firmó la que posiblemente fue una de las mejores actuaciones de la temporada en Granada. Fue en el último toro de la corrida cuando José María Manzanares toreó con profundidad eterna, aplicando suavidad, elegancia y mucho empaque a su toreo. Tras una fulminante estocada en la suerte de recibir, cortó dos orejas. También fue un buen año en Alicante, su tierra, donde cuajó a un toro de Zalduendo, cortando dos orejas y abriendo la puerta grande. La gira triunfal del alicantino continuó en Algeciras, Gijón, Cuenca. El 10 de agosto, firmó una tarde apoteósica de toreo muy caro en El Puerto de Santa María, con ganado de Zalduendo. Días más tarde, cortó cuatro orejas en Sanlúcar de Barrameda, y público, enloquecido, pidió el rabo.

La temporada no podía ir de mejor manera. Los éxitos en Francia se repetían. El 19 de abril cortó cuatro orejas a toros de Garcigrande en Arles. Abrió las puertas grandes de Mont de Marsan, Beziers y Dax. Fue en la matinal del 8 de junio en Nimes cuando José María Manzanares abrió por segunda vez consecutiva la Puerta de los Cónsules, cortando tres orejas y cosechando un contundente triunfo en el Coliseo Romano.

A pesar de las dificultades que planteaba la temporada 2015 los triunfos en la plaza llegaron muy pronto. El día de la reaparición en Castellón, el diestro alicantino protagonizó una tarde de temple y torería, desorejando a un toro de Núñez del Cuvillo y abriendo la puerta grande. Dos orejas consiguió también en la Feria de Fallas de Valencia. Su paso por Sevilla fue pletórico artísticamente. El 18 de abril mostró su enorme poder y dimensión logrando dos orejas de desrazados y complicados toros de Victoriano del Río y Cortés. Días más tarde, bordó el toreo en el mismo escenario ante una corrida de Núñez del Cuvillo.

En Madrid y Bilbao también protagonizó dos meritorias faenas. El 22 de mayo en Las Ventas cortó una oreja a un toro de El Pilar, a pesar del molesto viento que sopló durante toda la tarde. En la Semana Grande bilbaína consiguió la única oreja de la tarde ante una corrida muy floja de Juan Pedro Domecq. El 5 de junio de 2015 fue cogido por partida doble en Granada, aunque se sobrepuso y desorejó al único toro que pudo lidiar. Se confirmó su lesión en el costado y el traslado al hospital le impidió salir por la puerta grande.

Tras su recuperación, la tarde de su reaparición fue muy especial. Alicante rindió homenaje el 24 de junio al Maestro Manzanares miestras que su hijo firmaba dos faenas pletóricas en las que cortó 4 orejas. Durante los meses de julio y agosto, abrió las puertas grandes de Valencia y Huelva. El 25 de julio cuajó a ‘Asustito’, un toro de Núñez del Cuvillo al que cortó las dos orejas tras una extraordinaria faena. Y el 1 de agosto triunfó en la Feria de Colombinas con un total de tres trofeos.

Con un vestido goyesco azabache e infiltrado hizo el paseíllo en la LIX Corrida Goyesca de Ronda. Tras dos faenas templadas y de suma elegancia, abrió la puerta grande con tres orejas en su haber.

En tierras francesas resaltaron triunfos importantes. Primero el 4 de abril en Arles cuando firmó una de sus mejores tardes, cortando dos orejas y rabo a un toro de Domingo Hernández tras entrar a matar recibiendo desde más de veinte metros de distancia.

Posteriormente, el 14 de agosto, en una tarde de molestísimo viento francés, consiguió dos apéndices de su segundo toro en Béziers, imponiéndose y abriendo la puerta grande. Cerró la temporada francesa con 4 orejas de toros de Montalvo en Dax, el 13 de septiembre.

La actual temporada comenzó con una evolución clara de su toreo. El poso, el gusto y la calidad de José María Manzanares salieron a relucir en Castellón. Su lenta y templada mano izquierdo cobraban protagonismo en su toreo profundo y clásico. El 14 de abril cortó dos orejas a toros de Núñez del Cuvillo tras una actuación que por momento trajo a la memoria a los pasajes ante ‘Arrojado’.  Jerez de la Frontera también fue testigo del momento dulce de Manzanares cuando desorejó a un toro tras una faena redonda con ambas manos y una estocada de libro recibiendo. Lo que sucedió en Madrid fue un hecho histórico. El 1 de junio cuajó a ‘Dalia’ de  Victoriano del Río en una faena para la historia, tras la que el público de Las Ventas pidió el rabo con mucha fuerza, un hecho inédito. Su toreo parecía no tener techo. El 24 de junio cortó dos orejas a un toro de Núñez del Cuvillo en su Alicante natal.