Precioso texto de la periodista Ana Pedrero, que ha escrito en su blog Berrendo en Colorao. Disfruta de esta artista de la pluma cargada de sensibilidad

Dicen que el corazón está a la izquierda, pero yo he visto escapar el alma tras la mano diestra, como si los cinco dedos fuesen los cinco últimos centímetros del cuerpo antes de ser sólo eso: alma. Veintiún gramos. Todo eso.

Dicen que el corazón está a la izquierda, pero yo he visto la mano diestra de un torero enamorar a un toro, coserlo a la lengua de franela que humedece el tiempo, vencerlo en la redonda sábana de arena tibia, en la tarde azulada, en el beso dorado del albero.

Dicen que la espada siempre pinta en muerte, pero yo he visto su filo escondido rompiendo aguas en lo hondo, como si se acabasen las caricias, ninguna antes, ninguna después, cetro de acero y empaque, mayo en el vientre, el trono, la herencia en lo invisible, en la sangre, en las sienes.

Así vimos a José María Manzanares, vertical en oro, enmarcado en la piedra, latiendo con la derecha, en el inalcanzable mirador de lo perfecto, hambre que nunca se calma, con el corazón descendiendo por la diestra hasta el mismo corazón de la tierra, árbol ardiendo en frutos, verano en ciernes, domando por su mano los vientos de abril, azul y majestad, dejándose ir, dibujando un corazón a pitón contrario.

Dicen que el corazón está a la izquierda. Y si a la izquierda está, yo he visto palpitar al mundo en un derechazo de vocación zurda, un derechazo como un latido, manzana y eterno, berrendo en siempre.

Fotografía Joserra Lozano