Salió descoordinado de salida el de Cuvillo y Manzanares no pudo lucirse con el capote. Una vez con la muleta en la mano y la venia del presidente, el de Alicante procuró mantener al animal en las mejores condiciones. Planteó una faena a media altura en la que consiguió ligar tandas por el derecho que calaron en el tendido. Por el pitón izquierdo templó las embestidas para torear muy despacio. Mató de una gran estocada y el presidente le denegó la oreja solicitada por el respetable. Finalmente, saludó una fuerte ovación y el presidente escuchó una bronca.
José María Manzanares fue lidiando despacio al quinto de la tarde con gran torería. “Qué bonito lo está haciendo” se escuchaba en los tendidos. Lo remató con una media verónica en los medios. El inicio de faena, san cando al toro del tercio, fue por abajo, pero sin someterlo, también pecaba de poca fuerza en los primeros compases, luego cambiaría a peligroso y complicado, nada que no solventase Manzanares. Lo cuajó al natural despacio y con muchísima torería. Fueron varias tandas por el pitón izquierdo las que dieron paso al toreo clásico y con gran empaque del alicantino por el derecho. Lo toreó al ralentí y el tendido se vino abajo. Un pinchazo se llevó un premio mayor de una gran faena al complicado toro de Cuvillo. Cortó una oreja
Se desmonteró Domingo Siro en el quinto toro de la tarde.