Manzanares lució terno y capote de paseo inspirados en las etapas azul y cubista de Picasso, con motivo de la Corrida Picassiana de la feria de Málaga. Con gran expectación, la afición malagueña esperaba la segunda tarde de JMM. Inició la faena a media altura para sostener al de Domingo Hernández, lo hizo de manera templada y la remató con un cambio de mano que hizo crujir el tendido. Toreó en redondo a este primero con temple y torería ligando muletazos culminados con pases de pecho llenos de plasticidad. Con mucha elegancia y dominando a la perfección tiempo y terrenos, José Mari se colocaba para volver a ligar, esta vez con la izquierda, una sensacional tanda al natural. Volviendo sobre la derecha se vivieron los momentos más vibrantes de la faena, cuando JMM le bajó la mano y ligó una larga serie de muletazos en redondo al de Domingo Hernández. Fulminó de una gran estocada y cortó la primera oreja de la tarde pese a que el público le pidiera el doble trofeo. 

Se dobló con el toro JMM para sacarlo a los medios en el inicio de faena. Bajándole la mano y sometiendo al toro, Manzanares toreó en redondo a este exigente ejemplar. Cambió de mano para torear con hondura y profundidad por naturales, siempre despacio y a compás. El toro seguía exigiendo y Manzanares tiró de autoridad para poderle con la mano baja y llevándoselo atrás. Un final de faena espectacular que terminó con un magistral cambio de mano, con ese sello <<manzanarista>>, plagado de belleza y sentimiento. Erró con la espada y saludó una fortísima ovación.