Manzanares saludó a la verónica a su primer toro. En los primeros tercios de la lidia manifestó genio y comenzó a meterse por dentro en el capote de Duarte, así como en banderillas. Con el viento soplando fuerte, JMM comenzó su faena en el tercio para intentar llevárselo poco a poco a los medios. Toreó en redondo con mando y mano baja al de Domingo Hernández. Por el izquierdo, a pesar del molesto viento, Manzanares templó la embestida con pureza y clasicismo. Volvió sobre la diestra y dibujó larguísimos muletazos acompañados de profundos pases de pecho. Con el final de faena llegaron los momentos más explosivos de una rotunda faena que siempre fue a más. Manoletinas con una sublime torería, un ajustadísimo trincherazo y un cambio de mano que puso boca abajo la plaza de toros de El Puerto de Santa María. Saludó una fortísima ovación.
Manzanares comenzó la faena al quinto cambiando de mano para trazar una extraordinaria tanda al natural. Con autoridad se impuso el alicantino a un toro que tenía peligro por ambos pitones. El de Domingo Hernández creó varias ocasiones de peligro y llegó a echar mano a JMM sin consecuencias. Manzanares realizó un gran esfuerzo para lograr una rotunda faena de mucho poder, en la que destacó al natural templando las duras e inciertas embestidas del toro. La afición se rindió ante una gran tarde de Manzanares en la que solo falló el descabello.