Manzanares planteó una faena a media altura para conseguir que el toro no se viniera abajo. Fue cuidándolo desde los inicios por si la suerte cambiaba, pero el de Juan Pedro, aunque noble, fue un toro que estaba muy justo de fuerza. JMM no pudo bajar la mano pero consiguió ligar series de muletazos llenos de empaque y hondura. Por el izquierdo se hizo imposible cualquier lucimiento puesto que el juanpedro no conseguía mantenerse por este lado. Manzanares saludó una fuerte ovación.
Poco pudo hacer JMM ante otro toro justo de fuerza que fue acentuada tras una voltereta. Consiguió pegar bellos muletazos sueltos, siempre a media altura, con la intención de cuidar al animal. A pesar de los esfuerzos de Manzanares, el toro cada vez se venía a menos, imposibilitando una faena que levantara vuelo. Saludó otra fuerte ovación de la afición gijonesa.