Con ambiente de gala y lo mas florido de la tauromaquia en El Puerto se ha celebrado el décimo festejo del abono portuense en el que la terna ha salido a hombros cortando siete orejas, algunas con mas pesos que otras. Los tres triunfaron demostrando porque son considerados máximas figuras del toreo, El Julí demostró maestría, Manzanares lo bordó con mucha torería y Perera sensacional poderoso y valiente al máximo. Tarde importante con la que el público se divirtió mucho.  Que Julián está en maestro y cada día está mejor no es ningún secreto aunque no se puede obviar el gran momento de madurez profesional que atraviesa. Con su primero tras un recibo de capa vistoso a la verónica y un quite muy ceñido por chicuelinas, comenzó su faena de muleta con cinco estatuarios con las zapatillas clavadas en el albero. Dos series de muletazos con la diestra ligados, llenos de temple y plasticidad calaron en el tendido. A partir de ahí el toro se apagó debido a su escasez de fuerza, pero el madrileño con una técnica espectacular y tragando mucho consiguió meter de nuevo al toro en la muleta y arrancarle los muletazos. Por el izquierdo embistió cruzado y a punto estuvo de ser arrollado. Mató de estocada algo caída y cortó la primera oreja de la tarde. En el cuarto y con la tarde venida arriba salió a por todas, torero con raza, figura del toreo. El inicio de faena lo realizó en el centro del ruedo, ahí es donde está la verdad del toreo, apostó fuerte pero el de santiago Domecq, tardo en la embestida acabó con las ilusiones. El Juli se fajó con él y consiguió sacarle dos tantas con la derecha a base de someterlo y tirando mucho de él. Faena llena de ambición y maestría que le sirvió para cortar otra oreja que le abría la puerta grande tras pasaportarlo de una estocada. En segundo lugar salió “Avispón”, castaño de capa y al que Manzanares vio desde el principio tras los lances de recibo, las verónicas y la media muy torera. El toro bravo empujó en el caballo derribando al picador “Chocolate” que lo picó muy bien. La calidad del toro iba subiendo a medida que avanzaba la faena y tras un buen tercio de banderillas donde Curro Javier y Luis Blázquez saludaron, Manzanares comenzó a dibujar el toreo con series templadas, ligadas por ambos pitones, con una plasticidad y torería infinitas. El toro noble, repetidor y con mucha calidad seguía casi hipnotizado la franela del alicantino siempre por abajo con una maestría de torero importante. Los cambios de mano y un trincherazo de cartel de toro al principio de faena reventaron de «oles» el coso portuense. Está en su mejor momento y entendió al toro a la perfección. Faena importante para el deleite del aficionado que vibró de principio a fin con la faena. Mató de una estocada y tras la muerte espectacular del bravo burel le cortó dos orejas a ley. Manzanares no pudo redondear la tarde con el quinto, noble pero al que le faltó transmisión y con el que no se sintió cómodo en ningún momento. La faena no despegó nunca hacia arriba aunque hubo detalles de torería y buen gusto. Mató de estocada y fue ovacionado.  La temporada de Perera está siendo espectacular, convirtiéndose en el torero de la temporada en cuanto a triunfos, regularidad y condiciones. Hoy, con el peor lote ha vuelto a demostrar la gran dimensión de su toreo en una tarde en la que se medía con otras dos grandes figuras del toreo, y cuando se dan cita estas circunstancias un triunfo tiene mucho mas valor en lo personal que en los contratos que ya tiene muchos. En el tercero de la tarde tras lancear a la verónica realizó un quite por gaoneras muy ceñido rematado con una revolera. Su inicio de faena con cinco estatuarios y un trincherazo auguraban una faena importante pero el toro se apagó tras dos tandas muy templadas con la diestra. A partir de ahí Perera se pegó un arrimón siempre metido en los pitones sacándole los muletazos uno a uno. Puede con todo, y es que cuando hay tanta confianza todo parece mas fácil. Mató de una estocada y le fue concedida la oreja. 

Con el sexto, un impresentable toro en cuanto a presentación, muy avacado e indigno de una plaza con la solera de El Puerto, dejó en ridículo a los veterinarios y porque no decirlo a los representantes de los toreros que permitieron que ese “toro” entrase en la corrida. Con un ambiente hostil que reclamaba la devolución del astado, Perera se vino arriba y apostó fuerte, irse a pie cuando los compañeros de terna se habían asegurado la puerta grande hubiese sido una derrota muy dura de encajar por el extremeño esta temporada, pero no pasó, porque cuando se ve todo tan claro te sobrepones a la adversidad. El de Puebla de Prior fue sometiendo y sobando al toro poco a poco hasta meterlo en la “canasta” y una vez allí realizar una faena mas poderosa que vistosa en la que se vio la verdadera dimensión de torero importante que posee actualmente. Demostró profesionalidad y madurez, anhela ser un figurón del toreo y está muy cerca de conseguirlo. Mató de estocada y cortó dos orejas, premio quizás excesivo, pero eso es lo de menos, lo importante es la dimensión de torero grande que demostró toda la tarde jugándosela en todo momento.