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Manzanares ha mostrado hoy en Valladolid la clase de toreo que atesora dentro, cortando dos orejas a cada uno de sus dos oponentes, que resultaron toros de distinta condición. Esto ha engrandecido aún más su triunfo. Perera estuvo muy firme en sus dos faenas y Ponce pudo demostrar algunos de sus trazos de maestro.
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José María Manzanares toreó de maravilla a la verónica, suave y despacio. Eltoro tenía fijeza y mostró muy buena condición. Tras un puyacito inició la faena de muleta con muchísima lentitud y con la mano derecha. Todas lastandas fueron buenas, cadenciosas, lentas, con empaque, alternando izquierda y derecha. Le corrió la mano muy bien en el centro del platillo, lo que da fe de la condición del animal.Mató de estocada algo caída y cortó dos orejas, siendo el toro ovacionado en el arrastre. El segundo de su lote no ofrecía la misma calidad que el primero pero Manzanares se sobrepuso a esto y al molesto viento y le sacó buenas tandas de derechazos. Tan sólo una por la izquierda, peor pitón del toro. Estuvo muy firme y dispuesto y las tandas fueron rematadas con estupendos pases de pecho, particularmente el último. Mató recibiendo, algo tendida pero muy efectiva y cortó otras dos orejas. También el tor fue ovacionado en el arrastre.

MUNDOTORO
PAULA ZORITA

Valladolid (España). José María Manzanares sigue en vena. El alicantino ha cortado cuatro orejas en el segundo festejo de la Feria de San Pedro Regalado de Valladolid, después de una tarde pletórica. El torero alicantino aplicó suavidad en el capote y dominio y mando con la muleta a su primero, un toro con movilidad que no siempre fue metido en los engaños y que requirió un esfuerzo al torero, que se impuso a él en una labor elaborada y trabajada.

Su segundo acometió con movilidad pero sin terminar de humillar. La faena de Manzanares tuvo momentos, pero los momentos buenos fueron excelsos como dos brillantes series con la derecha y una cumbre con la zurda. Además tiró al toro sin puntilla de un estoconazo recibiendo.

APLAUSOS

José María Manzanares ha cortado dos orejas ante el buen toro que hizo segundo. El alicantino comenzó con torería una labor que tuvo su continuidad sobre la mano derecha por donde Manzanares anduvo templado, toreando despacio y con gusto sobre ese pitón. Importante labor del alicantino que coronó de gran estocada. Otras dos orejas ha sumado de su segundo. El alicantino ha vuelto a realizar otra faena extraordinaria a pesar del incómodo viento. Manzanares volvió a demostrar su gran temple en un par de series sobre la mano derecha de gran despaciosidad, estética y gusto. Siguió con la izquierda en otra serie cumbre al natural para rematar su obra de un soberbio estoconazo en la suerte de recibir.

La ‘moda Manzanares’ también arrasa en Valladolid. El Norte de Castilla

Desde que hace un par de semanas propiciara el indulto de un toro de Núñez del Cuvillo en Sevilla, José María Manzanares es el torero de moda. Llevaba varias temporadas apuntando sin explotar sus excelentes maneras y padeciendo una larga maldición de enfermedades y lesiones, pero por fin el joven torero alicantino parece haber llegado a su plena sazón, al momento más dulce de su carrera.
Los triunfos de Manzanares se están sucediendo esta primavera a golpe cantado: deleitó en las Fallas de Valencia, deslumbró en la Feria de Abril y, el pasado viernes, en la feria del Caballo de Jerez cortó un rabo en el mano a mano que le enfrentó con Morante de la Puebla. Con esos antecedentes, no ha de extrañar a nadie que el levantino paseara ayer cuatro orejas más por el ruedo del Paseo de Zorrilla, después de una tarde pletórica en la que hizo valer su estado de gracia, esa moral de vencedor que les da a los toreros la continuidad en el triunfo, para imponerse a su lote y a sus compañeros.
Bien es cierto también que, por esa misma corriente a favor de la que vino precedido, el público vallisoletano pidió los trofeos con la generosidad de los convencidos de antemano Pero, por encima de números y orejas de más o de menos, lo que ayer quedó muy patente en Valladolid es el momento dulce por el que atraviesa un torero en camino hacia la cumbre.
La faena a su primero, el toro más terciado de la corrida, tuvo la gran virtud del aguante, de la firme determinación para imponerse a la informal embestida de un animal que si tomaba bien el engaño en los primeros muletazos, se rebrincaba y tiraba cabezazos en los siguientes. Pero Manzanares nunca le dudó, sino que impuso en todo momento el ritmo y el trazo de los pases con una férrea autoridad, absolutamente confiado en sí mismo. El toro de García Jiménez no tuvo otro opción que la de entregarse.
Dos orejas le cortó a ese primero y otras tantas al que hizo quinto, que, por compensar el lote, fue el de más volumen y cuajo. Pero esta vez, ya fuera por lo que le molestó el viento o por el comportamiento pegajoso del enemigo, a Manzanares no se le vio tan seguro ni tan templado. Sólo que el colofón de la estocada, ejecutando brillante, perfecta y limpiamente la suerte de recibir, anuló de cara al público todos los reparos previos.

ABC

Manzanares ratificó ayer en Valladolid el momento dulce que atraviesa al conseguir un rotundo triunfo de cuatro orejas. Abandonó a hombros el coso del paseo de Zorrilla y le acompañó Miguel Ángel Perera, que consiguió las dos orejas del tercero. […]
Manzanares desorejó al segundo tras una faena presidida por la templanza, la ligazón y el buen gusto. Con la diestra alcanzó los pasajes más vibrantes y las series más rotundas. Ni el viento, que molestó mucho toda la tarde, impidió que el alicantino se centrara y entendiera a la perfección las nobles embestidas de su rival. Con la zurda bajó algo el tono pero volvió a rayar a gran altura con los pases de pecho —casi redondos— con los que abrochó las series. Mató con eficacia y cortó el doble premio. En el quinto volvió a molestarle el vendaval pero se sobrepuso y cuando Eolo se lo permitió volvió a dibujar series espléndidas sobre la diestra que encandilaron al tendido a pesar de que el conjunto resultó algo discontinuo por la climatología. Lo mató recibiendo de un estoconazo fulminante y volvió a cortar las dos orejas.