El alicantino está en un momento profesional extraordinario como certifican los importantes triunfos conseguidos esta temporada que, a su vez, ratifican los de la anterior. Un estado de gracia que demostró sobre el albero malagueño. José María Manzanares recibió a su primero por verónicas correctas. A la salida del primer puyazo, ‘Castañero’, clavó los pitones en la arena y dio una voltereta que acusó.

Tras un buen tercio de banderillas, parecía que el toro tenía pocas posibilidades de triunfo ante las complicaciones que presentaba como su flojedad o la embestida descompuesta. Manzanares lo sacó de las tablas con unos suaves tirones y empezó a torear con la diestra. En las primeras tandas hubo temple y firmeza para ayudar al burel a que se confiara y empezara a embestir. La técnica y la torería del alicantino fueron haciendo al de La Quinta, que poco a poco fue rompiendo hacia adelante. Dos factores claves de este trasteo fueron el de llevar siempre muy tapado al toro y el de medir mucho los tiempos para que recuperara tras cada serie de muletazos.
A partir de ahí vinieron tandas con emoción, una trincherilla de cartel de toros, cambios de manos con sabor y pases de pecho largos y a cámara lenta que hicieron crujir a los tendidos. El remate fue un estoconazo en la suerte de recibir que llevó al público a pedir con insistencia las dos orejas. El presidente solo concedió una, aunque parece que tenía cogido el pañuelo para dar la segunda y uno de sus asesores apostó por no darla. Recibieron una gran bronca.
Al último del festejo lo recibió Manzanares con verónicas ganándole terreno que terminaron siendo delantales dada la velocidad con la que se volvía el toro y que impedían al diestro colocarse bien. Tras dos leves puyazos, los subalternos de a pie del alicantino dieron un gran espectáculo. Bien en la lidia Curro Javier y extraordinarios los pares puestos por el malagueño Juan José Trujillo, que estuvo soberbio, y Luis Blázquez.
En un gesto que le honra como profesional y persona, José María Manzanares brindó la muerte de ‘Polluelo’ a Trujillo en el día en que se cumplieron diecisiete años de su alternativa como matador de toros. En medio de un silencio expectante, el diestro comenzó el trasteo a un toro complicado e incierto que cada vez fue a peor, acortando el viaje y llevando siempre la cabeza muy alta. Lo terminó lidiando sobre los pies. La primera entrada a matar la hizo en la suerte de recibir y dejó media estocada contraria. Tuvo que entrar otra vez y cobró una estocada baja. ( Sur.es)

 

Vibró La Malagueta con José María Manzanares, especialmente con las series con la derecha. Dos por la derecha, dos por la izquierda, y otras dos por la derecha con los tendidos rugiendo tras ver los muletazos largos y templados del torero. Espectacular un cambio de mano final a ralentí. Como colofón un estoconazo recibiendo de perfecta ejecución. La presidencia solo le concedió una oreja en una faena perfecta de dos orejas llevándose la consiguiente bronca por parte del público. El toro, sin clase pero que repetía, tuvo mayor transmisión por el derecho.Málaga ovacionó en pie la actuación de la cuadrilla de Manzanares, en especial los pares colocados por Juan José Trujillo al que le brindó el toro cuando se cumplen 17 años de su alternativa. El último toro de la tarde también desarrolló complicaciones y el diestro se mostró voluntarioso. Tras media estocada recibiendo y una entera, fue ovacionado. (Mundotoro)