José María Manzanares cambió ayer el vestido de luces por el pantalón corto. Lo hizo por una causa que bien merecía la pena. El diestro alicantino participó en Madrid en el «Partido por la ilusión» que organizaba Iker Casillas a través de su fundación para fomentar el empleo entre los jóvenes con riesgo de exclusión social.

En un abarrotado Palacio de los Deportes y ante más de once mil espectadores, Manzanares jugó unos minutos en las filas del equipo blanco que comandaba el capitán del real Madrid y demostró que no se le da nada mal lo de darle patadas al balón. Fue la representación del mundo del toro en una emotiva jornada en la que participaron numerosos rostros conocidos del deporte, el cine y la televisión y en la que se recaudaron más de 50.000 euros en taquilla además de los ingresos de la Fila Cero.