José María Manzanares abrió una nueva puerta grande. En esta ocasión en Ciudad Real. El torero cortó las dos orejas a su primer toro de Daniel Ruiz, que se movió con temple y clase en los engaños del alicantino. El diestro templó con aún más calidad y naturalidad las acometidas. ¡Qué despacio toreó! Y qué gusto al dibujar cada pase. El mando de la derecha se convirtió en seda cuando la muleta pasó a la mano izquierda. Muy artísticos y a la hombrera contraria los de pecho. Dos cambios de mano de enorme lentitud. Y el estoconazo recibiendo… Brutal.
A su segundo toro le cortó otra oreja después de matar al segundo intento en la suerte de recibir. De haber entrado la espada a la primera habría caído también la segunda. Toreo de nuevo lento, por momentos arrebatado y con ritmo. La labor llegó al tendido y el alicantino salió en hombros de la plaza de toros de Ciudad Real.