Fijeza, calidad, galope y transmisión, el segundo fue un toro importante en la muleta. Tuvo fondo y emoción. Manzanares dejó una faena elegante, ligada y limpia por ambas manos. Tuvo belleza todo lo que hizo el alicantino. Sobre la diestra toreó con reunión y largura. Al natural hubo muletazos de buen trazo. Magnífico un cambio de mano, muy despacio. Preciosos los remates para cerrar las series. Por abajo. Y los de pecho a la hombrera contraria. Una serie final por ayudados por alto tuvo empaque y gusto. Estocada en la suerte de recibir. Oreja. El alicantino se estiró bien a la verónica con su segundo, un toro que metió bien la cara en el capote. Entró en quites Talavante, por chicuelinas. Manzanares se topó ante un toro reservón y a la defensiva. Bajo de raza. Lo intentó el torero en una labor sin brillo.
Aplausos
Leves pitos a la presentación de Buenasuerte, al que Manzanares saluda de forma elegante con el percal. No quiere pelea el de Victoriano en el caballo. Quita Talavante por gaoneras un tanto insípidas. Sin lucimiento los hombres de plata. Bonito comienzo de Jose María Manzanares en el tercio con un buen cambio de mano. Transmite el alicantino ante un noble ejemplar, aunque los de siempre no quieran verlo ni reconocerlo. La plaza se pone contra el 7. Soberbia tanda de Manzanares por el pitón derecho, con remates hondos y profundos. Gran embestida de Buenasuerteque el torero aprovecha dándole distancia y llevándolo metido en la franela. La estética en su máxima expresión. Bonito epílogo. Estoconazo recibiendo hasta las cintas un tanto trasero. Aviso. Dobla el toro y Manzanares pasea una oreja de ley.
Bonito saludo a la verónica de Manzanares. Quita por toreras chicuelinas Talavante. Bien Curro Javier con los rehiletes. Protestón el de Victoriano del Río en los compases iniciales de la faena. Se la echa a la izquierda Manzanares, pero el toro es más deslucido que sus hermanos. Echa la cara arriba y se pone a la defensiva. Se va el de Alicante a por la espada. Pinchazo. Media estocada. Dos decabellos. Silencio.
Burladero.com
El alicantino se redimió de su primera, y sin demasiada historia, actuación en este San Isidro en el gran segundo. «Buenasuerte», al que habrá que tener muy presente para las quinielas, hizo honor a su nombre y se fue sin una de sus orejas al desolladero. Toro bravo y con movilidad, pronto a los cites, al que Manzanares supo vertebrar una faena perfecta. De estructura perfecta y con los tiempos bien marcados. No atosigó al toro y le dejó a su aire en dos primeras series, cortas, en redondo. Se echó la muleta a la izquierda y lo exprimió más, una tanda más larga, corriendo la mano, muy templado. Naturales limpios y con hondura. Regresó a la derecha e inició con el pase de las flores. Al galope se le arrancó el toro, sobresaliente. Más acople y empaque en estos derechazos. Sensacionales los cambios de mano y remates por bajo. Abrochó unos ayudados para epilogar el trasteo. Lo cuadró para la suerte suprema. El animal, a favor de querencia, directo a las tablas, lo citó recibiendo y enterró la estocada entera, una pizca trasera. Pese a la minoría, otra tarde más en su contra, paseó una convincente oreja. Un cetáceo de 600 kilos sorteó en quinto lugar, alto y con mucha plaza, el animal tuvo clase en los primeros tercios, pero se descompuso en la muleta del levantino. Muy pegajoso, toro cambiante. Protestó más y no se empleó en la franela, siempre con la cara por las nubes. Manzanares, de nuevo muy relajado, lo intentó por ambos pitones, pero esta vez no hubo fortuna y el castillo de naipes se derrumbó.
Ismael del Prado, LA Razón
Pechugón y en línea recta embistió el segundo en las acompasadas verónicas de Manzanares. Por gaoneras regresó Talavante en el quite. Le dio suavidad Manzanares en el inicio a dos manos, con compás y ritmo, y con gran cambio de mano para rematar, extraordinario el de la siguiente tanda. Faena sobre la diestra, a menos en la altura y a más en la intensidad y el compromiso hasta quedar abandonado al placer de trazar muy largo y abrochar los de pecho a la hombrera. Recibiendo la estocada, trasera y tendida, que precedió a la oreja. Le volcó la cara el quinto a Manzanares en los lances del saludo, y a Talavante en dos chicuelinas y una media para el quite. Pero no le quedó fuelle en la muleta para soportar sus 600 kilos, y se quedó en toro soso e informal que embestía una tanda bien pero sin clase y protestaba en la siguiente, embroques y finales. No le sirvió a un Manzanares solvente al que no le bastó la voluntad.
Cultoro.com Marco A. Hierro
‘Buenasuerte’ le tocó a Manzanares. Un toro perfecto de hechuras y comportamiento. El soñado. Ideal de bonito. José María lo toreó también bonito en una faena basada sobre la mano derecha. Composición y empaque. Preciosismo en los cambios de mano que fueron muchos como broches de serie. Sin romperse ni arrastrarle nunca la muleta por abajo. De ahí la falta de emoción que no subía a los tendidos pese a las dos hermosas series finales en redondo. Mató con las tablas a la espalda en la suerte de recibir. Estocada atravesada y contraria de muerte demorada en una lidia larguísima. Justa la oreja.
Manzanares estuvo espléndido con el capote en el saludo al hondo sexto. Extraordinaria la media a la cadera. Un quite por chicuelias de Talavante. Seiscientos kilos. Un tío. Le pesó. Sacaba la cara por encima de la muleta. No se empleó. Pinchó.
Zabala de la Serna El Mundo.